... ¿Por quién vas a votar?
¿Por qué todos preguntan por quién vas a votar? ¡No se cansan acaso! Llegas al trabajo, y lo primero que te dicen es "¿Viste la noticia de ayer?" y de ahí como si no se acordaran que te hicieron la maldita pregunta una y otra vez durante los últimos 15 días "Mmm... ¿Por quién vas a votar?", y eso es solo es comienzo.
Vas a una reunión con un cliente, llegas todo bien arregladito, con todo lo que necesitas para responder bien, con una sonrisa de oreja a oreja, no precisamente muy honesta, y se le ocurre a uno de los invitados llegar tarde, de que crees que se habla en ese ínterin, que crees que te preguntarán "Mmm... ¿Por quién vas a votar?", es inevitable.
Hasta ahí todo está tranquilo, tan solo son 2 preguntas al día, ¡mastícalo! Pero regresando del cliente tomas un taxi (esta vez ya no te jalan de regreso, pagarás), y como si no hubiera otra cosa para hablar en el camino (del calentamiento global, de las súper cuerdas o de lo bueno que es comprar en Wong!), se tiene que hablar de política. Bueno aceptamos la conversación, pero en lugar de hablar de Shirley Reyes o de Tongo, buenos exponentes de nuestra futura clase política, nos tienen que preguntar "¿Por quién vas a votar?".
Caracas Venezuela!, sin alusiones a futuros gobiernos. Pero no termina ahí! Hasta aquí hemos llegado hasta las 11 de la mañana, ¡horroroso! Te has preguntado cuantas veces al día respondes esa pregunta, les puedo apostar que definitivamente en uno de estos días les han hecho esa pregunta más de dos vez. Y con que fin! Acaso van a cambiar su intención de voto, no! acaso vamos a influenciar con nuestra justificación de lo más elaborada y adornada con "n" razones del porque NO votar por el otro, no!
¡Pero lo más gracioso es que nosotros también la hacemos! Con que fin! Bueno, después de mucho tratar de entender este fenómeno a la conclusión que he llegado es que todos tenemos un Humala dentro. ¡Así es señores! Todos necesitamos satisfacer el dictador que llevamos, fuera ese ratoncito de Laive, bienvenido la rata! Cuando hacemos la pregunta inconcientemente estamos esperando que nos respondan lo que nosotros ya de antemano suponemos, ¡Lulú! por supuesto, bueno aceptamos también a Paniagua. Si responden así, perfecto, lo miramos con una mirada de beneplácito, le damos su palmadita en la espalda y seguimos pa'adelante.
Pero, ¿y si no es así? Y nos dice la Estrellita, o peor aún la Ollita, ay Dios la que se arma, horas de horas de discusión, peor que hablar con un "pepino" (personaje cartoonesco del cristianismo fundamentalista) sobre si debe o no tener relaciones fuera del matrimonio! Un poco más le pegamos para que nos diga lo contrario, y en algunos casos ya extremos, como me comentó un compañero de charla, le hacemos creer que también votamos por el que él vota! Ja! no se lo esperaban! Así es, y ahí nos miran con recelo y se preguntan, "Mmm, ¿tal vez esté equivocado?". Un voto más pa la derecha!
Felizmente esta bendita pregunta no la volveré a escuchar, ni hacer, de aquí hasta las próximas elecciones. Hasta que vuelva aparecer un outsider y nos vuelva a cagar el país.
Bueno, después de tanto fururú, espero que el lector, habiendo leído todo lo que he descrito acerca de la pérdida de tiempo de responder aquella pregunta, me pueda responder a la mía con altura y sensatez, “¿Por qué esta leyendo esto?”.
Espero que todos respondan el mejor candidato que les puedo ofrecer en este momento, y tal vez el mejor que el Perú tenga actualmente ...VOTO NULO!
Vas a una reunión con un cliente, llegas todo bien arregladito, con todo lo que necesitas para responder bien, con una sonrisa de oreja a oreja, no precisamente muy honesta, y se le ocurre a uno de los invitados llegar tarde, de que crees que se habla en ese ínterin, que crees que te preguntarán "Mmm... ¿Por quién vas a votar?", es inevitable.
Hasta ahí todo está tranquilo, tan solo son 2 preguntas al día, ¡mastícalo! Pero regresando del cliente tomas un taxi (esta vez ya no te jalan de regreso, pagarás), y como si no hubiera otra cosa para hablar en el camino (del calentamiento global, de las súper cuerdas o de lo bueno que es comprar en Wong!), se tiene que hablar de política. Bueno aceptamos la conversación, pero en lugar de hablar de Shirley Reyes o de Tongo, buenos exponentes de nuestra futura clase política, nos tienen que preguntar "¿Por quién vas a votar?".
Caracas Venezuela!, sin alusiones a futuros gobiernos. Pero no termina ahí! Hasta aquí hemos llegado hasta las 11 de la mañana, ¡horroroso! Te has preguntado cuantas veces al día respondes esa pregunta, les puedo apostar que definitivamente en uno de estos días les han hecho esa pregunta más de dos vez. Y con que fin! Acaso van a cambiar su intención de voto, no! acaso vamos a influenciar con nuestra justificación de lo más elaborada y adornada con "n" razones del porque NO votar por el otro, no!
¡Pero lo más gracioso es que nosotros también la hacemos! Con que fin! Bueno, después de mucho tratar de entender este fenómeno a la conclusión que he llegado es que todos tenemos un Humala dentro. ¡Así es señores! Todos necesitamos satisfacer el dictador que llevamos, fuera ese ratoncito de Laive, bienvenido la rata! Cuando hacemos la pregunta inconcientemente estamos esperando que nos respondan lo que nosotros ya de antemano suponemos, ¡Lulú! por supuesto, bueno aceptamos también a Paniagua. Si responden así, perfecto, lo miramos con una mirada de beneplácito, le damos su palmadita en la espalda y seguimos pa'adelante.
Pero, ¿y si no es así? Y nos dice la Estrellita, o peor aún la Ollita, ay Dios la que se arma, horas de horas de discusión, peor que hablar con un "pepino" (personaje cartoonesco del cristianismo fundamentalista) sobre si debe o no tener relaciones fuera del matrimonio! Un poco más le pegamos para que nos diga lo contrario, y en algunos casos ya extremos, como me comentó un compañero de charla, le hacemos creer que también votamos por el que él vota! Ja! no se lo esperaban! Así es, y ahí nos miran con recelo y se preguntan, "Mmm, ¿tal vez esté equivocado?". Un voto más pa la derecha!
Felizmente esta bendita pregunta no la volveré a escuchar, ni hacer, de aquí hasta las próximas elecciones. Hasta que vuelva aparecer un outsider y nos vuelva a cagar el país.
Bueno, después de tanto fururú, espero que el lector, habiendo leído todo lo que he descrito acerca de la pérdida de tiempo de responder aquella pregunta, me pueda responder a la mía con altura y sensatez, “¿Por qué esta leyendo esto?”.
Espero que todos respondan el mejor candidato que les puedo ofrecer en este momento, y tal vez el mejor que el Perú tenga actualmente ...VOTO NULO!
1 Comments:
ando leyendo esto por que detesto la misma pregunta, entre en la categoria de preguntas cojudas como: estas dormido? cuidate y sigue escribiendo
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