Capitulo I - "Soy el Cristo Resucitado"
"Un gemelo será encontrado en un monasterio, originario de sangre noble de un monje muy viejo. Su ruido será grande, su lengua y el poder de su voz; Por eso, pedirán que sea llevado al poder del gemelo sobreviviente."
Nostradamus
Dios nunca me abandonó, pero me hizo ver esta vida con otros ojos, con los ojos rojos de la bestia. Si en su plan está que yo transmita esto, lo tendré que hacer. No soy escritor, soy un hombre de fe, por ello no pretendo escribir hermoso ni menos tratar de divertirlos con mi historia. Busco ilustrar con estas palabras lo que en este tiempo he tenido que vivir, lo que he sufrido. Que me perdonen por lo que escribiré, ya me han juzgado por lo que he vivido, solo espero que Dios me mantenga en su brazos para lo que ha de venir.
Esta es la historia de un ser que se burló de Dios, un ser que dejaron que se burlara de él. Después de leer esto, podrían llegar a llamarme un Falso Profeta, pero no es así, no trato de ilustrar las atrocidades de un animal, trato que mostrarles que no debemos volver a equivocarnos nunca más.
Aquella noche, la arquidiócesis me había enviado a apoyar a la policía en una investigación, un sacerdote había sido asesinado. No querían que esto levantara polvo, no querían a los medios encima. Todo tenía que terminar con aquella luna, archivar el caso lo más rápido y silenciosamente posible, encontrar a un chivo expiatorio si era necesario. No entendí aquella última orden.
Muchos otros asesinatos de ese tipo llegan a los medios, y al final y al cabo, nos convenía siempre, todos se solidarizaban con nosotros, teníamos mayor exposición a favor nuestra. Pero eso era siempre y cuando la victima era un sacerdote, lo que al parecer era la situación. En caso contrario, no era un problema que se pudiera solucionar en una noche, y menos que no llegara a los medios. Aquel pensamiento era la única razón por la cual sospechaba que pudieran haberme pedido que encuentre un culpable si era necesario. Un hombre de Dios matando a otro, era lo que perturbaba mi pensamiento. Para ese entonces no tenía ni la menor idea de lo que me esperaba.
Llegué a la dirección que me habían pedido ir alrededor de la media noche. Por lo que pude encontrar, la situación la estaban tomando con muchísima cautela. No se escuchaban sirenas, ni medios cerca. Al parecer la misma policía no quería que la situación se propague más de lo que debía. Me identifiqué rápidamente y me llevaron con el capitán de la policía. Trataré de obviar los nombres, eso es lo que menos importa en mi relato. El capitán de la policía, al cual llamaré simplemente "Capitán", me explicó que él ya se había comunicado con la arquidiócesis y que estaban enviando a una persona con él para apoyarlo y tener una posición respecto al caso.
Él mismo había sido la persona que se había puesto en contacto con la iglesia, la situación era de lo más sospechosa y extraña para que no estuviese involucrada la iglesia me comentó. Él necesitaba de nuestra ayuda para poder moverse en nuestro medio, en ese instante lo interrumpí para que me explicará la situación porque no entendía nada y menos sin saber que había sucedido.
Fue así que me escoltó dentro de la casa. Una casa normal, no presentaba mayor rasgo particular en sus exteriores. Un frontis de color verde, con la puerta principal de madera y un portón, la entrada a la cochera. Ya pasando el frontis la situación cambio completamente, en la cochera se podía ver estacionado un Volkswagen, al parecer del año. Pero este estaba totalmente arañado y ensangrentado.
Sobre el chasis del auto habían rasguñado repetidas veces, y de diferentes tamaños, tres cruces juntas con una especie de ave sobre ellas. En este símbolo, dos de las cruces se encontraban invertidas formando una especia de base, la otra en medio de las otras dos y más grande que las anteriores. Sobre las tres habían manchado con sangre una silueta de ave con las alas extendidas.
Al ver esas imágenes entendí claramente que era la imagen del calvario y sobre ellos habían tratado de dibujar al espíritu santo. Igualmente el Capitán tenía esa percepción, pero eso no fue lo que lo llevó a llamar a la iglesia, existían otras razones, y más graves para hacerlo.
Después de ver aquellos símbolos sobre el auto, el capitán me llevó al interior de la casa. En el piso solo se notaba el rastro de sangre que habían utilizado para los dibujos sobre el auto, y ellos nos llevaban al segundo piso de la casa. Ya en el segundo piso, siguiendo el rastro de la sangre, y percibiendo un olor cada vez más fuerte y repugnante, el capitán me hizo entrar en uno de los dormitorios. Ese fue el instante que cambió mi vida, nunca pensé que tendría que ver aquella escena, nunca pensé que Dios olvidaba.
Al costado del dormitorio se veía la cama que había sido levantada y apoyada sobre la pared, estaba ahí para tapar la ventana para que así nadie desde afuera pudiera ver la atrocidad que había sucedido en el interior del cuarto. Sobre la pared contraria se encontraba levantada una cruz invertida, estaba hecha de los soportes de la cama. Sobre la cruz, crucificado, se encontraba el cuerpo de un hombre. Toda su piel había sido arrancada, la habían utilizado para formar un par de alas en los costados del cuerpo. El vientre había sido extirpado completamente del cuerpo y los intestinos habían sido colocados sobre su cabeza como una especie de corona utilizando como soporte los huesos de su cadera. En el lugar faltante de estos últimos habían clavado un libro, la cubierta era negra y dura, sobre esta con letras doradas se encontraba escrito el título del mismo pero la sangre lo tapaba como para poder distinguir lo que decía.
No pretendo ser morboso con la escena, menos alimentar al suyo con más detalles, eso no es el propósito de escribir esto. Tengo que ilustrarlo para que puedan entender como me sentí al ver aquel horroroso cuadro, no más.
El Capitán habló en voz alta de cuanto tiempo llevaba muerto y del momento de su muerte, al parecer ya llevaba más de 8 horas muerto, y no encontraban rigidez en su cuerpo que mostrará algún indicio que hubiese sufrido con las mutilaciones. Su muerte había sido antes de que se armara aquella maqueta.
Yo en cambio, no podía moverme, me quedé petrificado ahí hasta que el Capitán se acerco a mí y agarrando de mi brazo me jaló lentamente fuera del cuarto. Ahí me recordó porque me encontraba en esa casa. Al estar al frente del cuerpo me había hecho que olvidase completamente que se trataba de un sacerdote.
Dudaba que yo fuera la persona idónea para aquel trabajo, me encontraba demasiado impactado. Dios sabe cuanto sufrí al ver a un hermano así. Pero yo podía ayudar a los designios de Dios de otra forma, y lo iba a hacer.
Ya regresando a mis sentidos, le pedí al Capitán que me explicará toda la información que tenían del sacerdote y de la escena del crimen. Pero antes de que pudiera empezar a explicarme, uno de los peritos de la policía se acercó al Capitán y le comentó que ya podían retirar el cuerpo. Que la fiscal había dado su aprobación para el retiro de la evidencia. No tardó en terminar de decir esto último cuando el capitán volvió a ingresar al cuarto. Al ingresar, a uno de los peritos que se encontraba en el dormitorio, le pidió que sacara el libro que el asesino había puesto en medio del cuerpo.
Lo sacaron lentamente, le limpiaron la sangre que tenía encima, tratando de no dañar cualquier otro tipo de evidencia que podría tener el libro. No querían que si había alguna huella digital en las partes limpias del libro, al limpiarlo desaparecieran. No demoraron demasiado en limpiarlo, ya limpio se lo dieron al Capitán.
Podía ver sus ojos como recorrían las palabras que tenía el libro. Se acercó hacia mí y me enseño la primera página. No tardó en dirigirse a los policías en el cuarto, "Al parecer es el Génesis". Me detuve a leer mejor la página y me di con una sorpresa. Ahí dije para todos "No es así, te equivocas".
Leí en voz alta lo que supuestamente era el Génesis, lo que se supone es el final de "La Creación".
"2:4 Y Dios se levanto de su descanso y vio con sorpresa todo, porque vio que habían usado el nombre de su hijo en vano.
2:5 Y Dios enfurecido levantó los cielos y bajo los mares, y llamó al de la izquierda del trono para que limpiara las blasfemias.
2:6 Luego Dios dijo: Utilizad mi furia para destruir a los que han usado mi palabra en vano.
2:7 Y el de la izquierda respondió: Limpiaré a todos los que han ido contra la sangre de Dios, contra la palabra de Dios.
2:8 Soy el de la izquierda del Dios Padre, el de la justicia Divina, el de la furia de Dios.
2:9 Soy el Cristo Resucitado.
2:10 Soy el Anti Cristo."
No tardé en terminar de leer eso y cerré el libro para ver el título. Estaba escrito en griego, decía: "Anti Jristós"